La contaminación por plástico es más que un problema medioambiental; es una crisis de salud pública en aumento, especialmente para las comunidades latinas y de primera línea. En un reciente evento de EcoMadres Investiga, madres, científicos y narradores de historias se reunieron para exponer los impactos reales de la contaminación por plástico y cómo nuestras comunidades ya están dando un paso adelante para impulsar el cambio.
Dile al Congreso: Protejamos a las familias de la industria del plástico y la petroquímica
He aquí algunas de las conclusiones más significativas de esa conversación:
1. La contaminación por plásticos es una emergencia de salud y justicia.
La producción mundial de plástico está en vías de triplicarse para 2060, impulsada en gran medida por la expansión de las operaciones petroquímicas de las empresas de combustibles fósiles, a menudo en comunidades de color que ya se enfrentan a presiones medioambientales y sanitarias. Desde el aire que respiramos hasta el agua que bebemos y los alimentos que comemos, la contaminación por plásticos afecta a todos los aspectos de nuestras vidas y se manifiesta en nuestros cuerpos.
Son demasiados los padres que se ven obligados a tomar diariamente decisiones imposibles para mantener a salvo a sus hijos mientras navegan por productos con un etiquetado poco claro, pocas alternativas accesibles e inadecuadas protecciones frente a sustancias químicas tóxicas. Amanda Rowoldt, organizadora de EcoMadres en Ohio, lo explica claramente: “La contaminación por plásticos añade estrés y culpabilidad a las decisiones cotidianas que ya abruman a las madres. No deberíamos tener que elegir entre lo que es accesible y lo que es saludable . ¿Y las llamadas soluciones de ‘reciclado avanzado’? No son soluciones reales; liberan sustancias químicas tóxicas y perjudican a las comunidades que ya están sufriendo en mayor medida.”
2. La industria del plástico sólo ofrece falsas soluciones.
Los mayores productores de plástico siguen promocionando el llamado “reciclado avanzado” y el “reciclado químico” como respuestas de vanguardia a la crisis de la contaminación. Pero los panelistas llamaron a estas tácticas lo que son: quemar basura plástica. En lugar de resolver el problema, la incineración de plástico empeora las cosas, especialmente para las comunidades que ya viven con aire tóxico, agua contaminada y condiciones de trabajo inseguras.
Los panelistas también señalaron a la industria de la moda como uno de los principales responsables. La moda rápida se basa en gran medida en materiales sintéticos como el poliéster y el nailon, que desprenden microplásticos diminutos. Estas partículas acaban en los océanos, el suelo y los alimentos que comemos.
3. La cultura puede ser un catalizador del cambio.
La ciencia y la política son fundamentales, pero la cultura desempeña un poderoso papel en la comprensión y la respuesta a la crisis del plástico. La narrativa, la moda, el cine y el arte pueden sacar a la luz las injusticias y ayudarnos a imaginar un futuro más saludable.
“No teníamos la terminología para el racismo medioambiental mientras crecíamos, pero lo experimentamos: nuestras comunidades siempre han sido tratadas como zonas de sacrificio”, dijo Clementina Martínez-Masarweh, una diseñadora de moda lenta, cineasta y experta en contaminación plástica. “A través de la narración y el arte, podemos desafiar las narrativas dañinas e imaginar un mundo con menos plástico y más justicia”.
4. El sacrificio individual no basta para resolver esta crisis. Necesitamos un cambio sistémico.
Aunque muchas familias hacen lo que pueden: reutilizar envases, evitar los plásticos de un solo uso o apoyando a las marcas ecológicas, esta crisis es demasiado grande para la acción individual. Un cambio real requiere políticas públicas audaces que vayan a la raíz del problema.
“Los problemas sistémicos requieren soluciones sistémicas”, afirma la Dra. Ana Isabel Baptista, profesora asociada de Política Medioambiental y directora del Centro Tishman de Medio Ambiente y Diseño. “Necesitamos políticas firmes que regulen el plástico en todas las fases de su ciclo de vida y responsabilicen a los contaminadores. Las familias no deberían tener que soportar esta carga por sí solas”.
Únete al Movimiento por la Salud y la Justicia
Como nos recordó la moderadora Karin Stein, organizadora de EcoMadres en Iowa, al final del panel, el camino a seguir pasa por la acción colectiva. Combinar la organización de base, el activismo creativo y la elaboración de políticas inteligentes puede impulsar el cambio que nuestras comunidades merecen.
Únete a EcoMadres y a Moms Clean Air Force para:
- Exigir justicia medioambiental para todas las comunidades
- Apoyar políticas que reduzcan la producción de plástico y la contaminación en origen
- Rechazar falsas soluciones que hacen más mal que bien
- Apoyar el liderazgo de las madres latinas, las comunidades indígenas y los trabajadores de las zonas petroquímicas
La contaminación por plástico afecta a la salud, la justicia y las familias. Es hora de proteger a nuestras comunidades con soluciones basadas en la equidad, la ciencia y la esperanza. Mire este EcoMadres Investiga para obtener más información: