Esto fue escrito por Cinthia Zermeño Moore. La reproducción de este artículo fue autorizada por el periódico Nevada Independent:
Mi hijo Liam de cuatro años, como muchos niños de su edad, tiene todos los vehículos de juguete que se puedan imaginar: desde camiones de construcción, recolectores de basura, trenes y hasta camiones de remolque. Los medios de transporte forman parte de su imaginación de muchas maneras positivas; sin embargo, la realidad es que nuestro sistema de transporte nos está acortando la vida.
Mi vecindario en el sector este de Las Vegas es una prueba irrefutable de cuán dañino puede ser el transporte para nuestra salud y nuestro bienestar. La contaminación causada por el tráfico que circula por las dos autovías cercanas a nuestra casa no sólo contamina el aire que respiramos a diario, sino que también contribuye al cambio climático. Por lo tanto, contribuye a provocar fenómenos climáticos extremos y peligrosos. Este verano, mi hijo y yo soportamos temperaturas altas que llegaron a niveles récord con picos diarios de hasta 117 grados Fahrenheit en Las Vegas, e incluso varios grados más en mi vecindario debido al efecto denominado “isla de calor”. Nuestra calidad de aire se mantuvo mala también, debido al humo de los incendios forestales que se sumaron a la contaminación tóxica del aire causada por el incesante tráfico vehicular que circula cerca de nuestra casa.
Este verano me vi ante la encrucijada de elegir entre mis actividades favoritas y la salud de mi hijo. ¿Ir a una fiesta de cumpleaños en el parque y soportar un calor sofocante? ¿Ir a la piscina y arriesgarme a exponerme a la peligrosa contaminación del aire? La infancia de Liam se ve cada vez más marcada por el tiempo que pasa encerrado en casa. Esto me rompe el corazón, ya que recuerdo mi propia infancia, durante la cual disfrutaba hasta el último minuto de la luz del sol en los largos días de verano.
Nevada ya tiene un promedio de 20 días al año que se clasifican como «peligrosos» debido al calor extremo, y se prevé que para el año 2050 llegarán a haber hasta 30 días así. Se advierte que las sequías de verano empeorarán y se proyecta que el peligro de los incendios forestales aumentará. Dichas consecuencias de la contaminación climática no impactan de manera uniforme: las olas de calor siempre son peores para las poblaciones de bajos ingresos y las comunidades de color, y estas mismas poblaciones suelen estar expuestas a niveles más altos de contaminación causada por el tráfico, debido a que sus hogares tienden a estar ubicados cerca de las autovías y las carreteras principales.
La contaminación del aire nos está matando. Es hora de transicionar al uso de camiones de cero emisiones, y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) debe marcar el rumbo e imponer a todos los vehículos pesados normas que limiten la contaminación y protejan la salud. Si combatimos la contaminación climática provocada por el flujo incesante de camiones en nuestras comunidades, la cual perjudica la salud, tenemos la oportunidad de limpiar el aire que respiramos todos los días, atenuar los daños producidos por el cambio climático y atacar a uno de los principales factores que contribuyen a la injusticia ambiental.
Un informe publicado en marzo por el Fondo de Defensa Ambiental (EDF), reveló que si todos los camiones pesados y autobuses nuevos fueran de cero emisiones de ahora al año 2040, y si los vehículos de uso urbano alcanzaran este parámetro hacia el año 2035, se podrían salvar unas 57,000 vidas y se generarían beneficios de salud equivalentes a aproximadamente 500 billones de dólares hacia el año 2050, gracias a ahorros en gastos médicos. Estas soluciones ya están a nuestro alcance, y los camiones de cero emisiones pueden empezar a producirse a corto plazo. No debemos esperar para empezar a purificar lo que emitan nuestros camiones: ya hay una oportunidad importante para aumentar el rol de los camiones de cero emisiones. Lo más importante que podemos hacer para ir en la dirección correcta, es lograr que la agencia federal encargada de proteger nuestra salud y nuestro medio ambiente, es decir, la Agencia de Protección Ambiental (EPA), imponga normas para limitar la contaminación mortal de aire producida por los camiones.
Espero que la flota de vehículos de juguete de Liam se modernice pronto con camiones de cero emisiones, y que sus recuerdos de verano de su infancia no sean sólo de haber pasado largos días encerrado, esperando a que la calidad del aire mejore y las temperaturas bajen. Tenemos la oportunidad de lograr una merma considerable en la nociva contaminación causada por el tráfico, y es hora de que la aprovechemos.
Cinthia Zermeño Moore es organizadora en Nevada de Moms Clean Air Force, comunidad formada por más de un millón de mamás, papás y cuidadores unidos en la lucha contra la contaminación del aire, que incluye la crisis urgente del cambio climático. Cinthia también codirige a EcoMadres, programa nacional que moviliza a las mamás latinas a que luchen por un aire limpio, por el clima y en contra de los tóxicos que afectan la salud de las familias y de los niños latinos. Cinthia es una líder reconocida en su comunidad, quien vive en el sector este de Las Vegas con su hijo, y se desempeña como presidenta del Subcomité de Medio Ambiente del Latino Center for Advancement. También es miembro del Equipo Directivo del Nevada Equity Cabinet.