Recientemente, EPA finalmente divulgó revisiones propuestas del Estándar Nacional de Calidad del Aire para la contaminación por partículas. Las partículas finas, también conocidas como hollín, provienen de las emisiones de vehículos, plantas de energía y fuegos (asadores, chimeneas y estufas de leña, así como incendios forestales). Esta contaminación atmosférica microscópica se alberga en el fondo de los pulmones. Las partículas son demasiado pequeñas, y se alojan en lo profundo, lo que dificulta que se puedan expulsar fácilmente a través de la respiración, que es una de las razones por las cuales causan tanto daño a la salud.
La norma tan esperada de EPA, producida por una decisión judicial después de 15 años de lentitud deliberada de varias administraciones, reduciría el límite permitido de partículas finas en el aire de un promedio anual de 15 microgramos por metro cuadrado a 12 o 13 microgramos por metro cuadrado.
Como madre, me siento aliviada y feliz de apoyar esta norma. Esta es la razón:
- El hollín acorta la vida
La exposición a la contaminación de partículas finas en los niveles que se encuentran en muchas áreas de EE.UU. provoca una gran cantidad de problemas de salud relacionados con el corazón y los pulmones, tales como ataques al corazón. Se ha vinculado al derrame cerebral. También es causa de muerte prematura, lo que significa que las personas expuestas a este tipo de contaminación mueren antes que las personas menos expuestas, sin importar las causas. En otras palabras, literalmente nos quita meses de vida.
- El hollín afecta a los niños
El hollín aumenta la muerte en los jóvenes, así como en las personas de edad. La exposición al hollín se ha vinculado a la muerte infantil desde el síndrome de muerte súbita, hasta la mortalidad infantil. Este tipo de contaminación también provoca ataques de asma, causa síntomas respiratorios como tos, y disminuye la función pulmonar. Para el 9% de los niños en nuestro país que ya sufren de asma, el hollín lo empeora. Y obstaculiza el desarrollo normal de los pulmones.
- Los monitores cercanos a la carretera sí importan
Cada vez hay más pruebas de que las carreteras principales crean zonas de aire altamente contaminado que se extienden entre 300 y 500 metros de la carretera. Esta contaminación incluye grandes cantidades de contaminación de partículas finas de automóviles y camiones ligeros, así como de los motores diesel.
Nuestro sistema nacional de monitoreo del aire; una red de cientos de monitores por todo el país, actualmente no mide la contaminación de partículas finas cerca de las carreteras. Este es un vacío peligroso en nuestro sistema de supervisión. No solo muchas personas utilizan estas carreteras (por eso se les llama “carreteras importantes”), sino que muchas también viven y trabajan en estas zonas. La norma propuesta trasladaría más de 50 monitores a estas zonas altamente contaminadas cercanas a la carretera, para proporcionar una mejor idea de cómo la mayoría de los estadounidenses están expuestos a la contaminación de partículas finas.
- La ciencia es definitiva
Los opositores a la nueva norma afirman que existe incertidumbre científica sobre este estándar. Esto es simplemente propaganda y es totalmente engañosa. Los científicos han llevado a cabo muchos estudios importantes de la contaminación de hollín, durante largos períodos de tiempo. Muchos de los cuales, en el orden de los miles, encuentran resultados generalmente coherentes, según Janice Nolen de la Asociación Estadounidense del Pulmón (American Lung Association). Cuando los ejecutivos de combustibles fósiles nos dicen que el jurado aún está deliberando para determinar si necesitamos estándares tan bajos como los que EPA propuso, por favor presten atención al ruido de las monedas de oro que tintinean en sus bolsillos. Quieren un pase libre para envenenar los órganos de nuestros hijos; no quieren invertir en un mejor equipo para sus empresas. Pero la salud de los estadounidenses es más valiosa, y la ciencia apoya estos nuevos estándares.
- Los estándares deben seguir a la ciencia
Necesitamos estándares precisos que nos digan qué es realmente un aire saludable, no lo que la industria petrolera quiere que sea. Los estándares establecidos por EPA deben reflejar la mejor ciencia disponible sobre los efectos del aire limpio para la salud. Los estándares como tal no se deben establecer considerando el costo para cumplirlos.
De lo contrario, sería como que su médico le diagnostique su enfermedad con base en lo que le costaría tratarla. Puede ser más barato tratar la faringitis estreptocócica que la enfermedad de Lyme, pero si usted tiene la enfermedad de Lyme va a querer recibir tratamiento para ello, no para la faringitis; y los costos se van a aumentar en el largo plazo si recibe el diagnóstico equivocado.
De la misma manera, las comunidades necesitan saber lo que están buscando cuando tratan de asegurarse de que su aire sea saludable para respirar. De hecho, la ley prohíbe a EPA considerar los costos de cumplimiento al establecer este y otros estándares de contaminación del aire. Creo que es una garantía importante de la reglamentación de EPA, y el Tribunal Supremo también lo consideró así.
¿Qué sigue?
EPA está recibiendo comentarios del público sobre su estándar propuesto para el hollín. Manténgase en sintonía con Moms Clean Air Force para obtener información acerca de las oportunidades para compartir su visión con EPA en línea y en persona, en las próximas audiencias públicas en Filadelfia y Sacramento. Será una oportunidad para decirle a EPA que queremos saber lo que la ciencia nos dice, no lo que la industria de los combustibles fósiles quiere oír, sobre el aire saludable. Moms Clean Air Force estará allí. Espero que NOS ACOMPAÑE…