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Los bebés están expuestos a la contaminación desde antes de que respiren por primera vez.
Los bebés están expuestos a la contaminación desde antes de que respiren por primera vez. Esto es altamente inquietante, y plantea la pregunta: ¿cómo sucede esto? Después de todo, se supone que la placenta, un órgano maravilloso que se desarrolla en el útero durante el embarazo, protege al bebé en crecimiento de cualquier daño. Lo hace... y no lo hace.
La placenta es algo misterioso, y la comunidad médica aún no la comprende muy bien. Sabemos que las sustancias pueden cruzar la barrera placentaria, incluyendo las drogas (tanto ilegales, como los medicamentos recetados y de venta libre), la nicotina y el alcohol. Algunas bacterias y algunos virus también pueden cruzarla, y aunque muchos de estos no tienen efecto alguno sobre el feto, otros - desde la malaria hasta el herpes - pueden perjudicar al bebé en desarrollo.
En la actualidad, la placenta está bajo el asedio de una variedad de sustancias químicas en el medio ambiente, y recién estamos comenzando a estudiar y comprender cuáles de estas sustancias pueden cruzar la barrera placentaria, y cómo afectan a los bebés. A continuación presentamos un repaso sobre la placenta, y ofrecemos algunas ideas para proteger a los bebés en desarrollo durante el embarazo.
El papel de la placenta durante el embarazo.
Aquellos de nosotros que no somos obstetras o ginecólogos, o que carecemos de experiencia con embarazos, tal vez no sepamos que el propósito principal de la placenta es proporcionar oxígeno y nutrientes a un bebé en crecimiento. También elimina desechos de la sangre del bebé. En una asombrosa hazaña de la biología, la placenta se forma gradualmente durante los primeros tres meses de embarazo y se adhiere a la pared del útero. De ella sale el cordón umbilical. Se convierte en una barrera que separa a la madre del bebé. Las células sanguíneas no pueden pasar, lo cual es una característica clave, ya que podría ser fatal si la madre y el niño tienen diferentes tipos de sangre. La placenta es un órgano crítico. Si no se desarrolla de manera normal, se generan numerosos problemas como el crecimiento deficiente del feto o la preeclampsia, la cual causa presión arterial alta.
Los metales pesados y los contaminantes ambientales atraviesan la placenta.
Si bien la función de la placenta es proteger y nutrir al bebé, no es impermeable. Además de las drogas y el alcohol, estas son algunas sustancias de las cuales se sabe que cruzan la barrera placentaria:
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Metales pesados
Cuando las mujeres embarazadas comen pescado contaminado con mercurio, el mercurio cruza la placenta y daña el cerebro y el sistema nervioso en desarrollo del bebé. Cualquier nivel o concentración de mercurio es dañino. En Estados Unidos, la mayor fuente de contaminación por mercurio son las plantas que generan energía a base de carbón. Los metales pesados nocivos como el plomo y el cadmio también pueden atravesar la placenta.
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Contaminación del aire
La exposición a la contaminación del aire en el útero puede aumentar el riesgo de que los bebés sufran asma e incluso presión arterial alta después de nacer.
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Plásticos
Las consecuencias ocultas de los plásticos sobre la salud están saliendo a relucir. Los microplásticos son un campo de estudio emergente: éstos consisten en piezas de plástico de medio centímetro o menos de diámetro. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) dice que son dañinos para la vida marina y acuática, y recientemente se han encontrado microplásticos por primera vez en la placenta humana. El cloruro de vinilo también puede atravesar la barrera placentaria. Se utiliza en la fabricación de muchas cosas, desde tuberías de agua de PVC hasta envases de alimentos, y es un carcinógeno conocido.
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Sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS)
Estas son sustancias químicas muy comunes y persistentes, que se han identificado en la sangre humana en todo el mundo. Los productos químicos PFAS se utilizan en muchos productos, desde telas resistentes al agua y a las manchas, hasta utensilios de cocina antiadherentes. Contaminan también el medio ambiente y se encuentran en el aire, el agua y el suelo. Se sabe que atraviesan la placenta y se han vinculados con la diabetes gestacional, la preeclampsia y un crecimiento disminuido en el feto.
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Productos químicos que interrumpen las endocrinas (EDC por sus siglas en inglés)
Los EDC pueden ser químicos tanto naturales como sintéticos, capaces de imitar, bloquear o de interferir con las hormonas del cuerpo. Se encuentran en productos cotidianos como una variedad de plásticos, cosméticos y pesticidas, e incluso en juguetes. La exposición a los EDC durante el embarazo se ha asociado con un crecimiento deficiente del feto, disfunción de la tiroides y trastornos neurológicos.
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Los contaminantes ambientales, el embarazo y la justicia ambiental
La exposición a la contaminación durante el embarazo, generalmente a través de lo que se respira y se ingiere, aumenta el riesgo de una variedad de efectos adversos en recién nacidos. Algunas personas embarazadas tienen más probabilidades que otras de verse expuestas a contaminantes.
En Estados Unidos, las mujeres afroamericanas de todos los niveles de ingresos y educación tienen una probabilidad entre dos y tres veces más alta de morir por complicaciones relacionadas con el embarazo que las mujeres blancas. También es más probable que vivan cerca de fuentes de contaminación, como las industrias. Además, los metales pesados y los EDC se encuentran a niveles elevados en muchos productos cosméticos comercializados específicamente para mujeres afroamericanas, quienes compran y utilizan más productos de belleza que otros consumidores.
Qué pueden hacer las personas embarazadas
El proteger a sus bebés en desarrollo no les corresponde únicamente a las mujeres, pero sí existen pasos sencillos que los futuros padres pueden tomar. Así como evitamos los cigarrillos y el alcohol durante el embarazo, también podemos tomar decisiones informadas y reducir la exposición a sustancias en nuestras dietas y hogares que puedan perjudicar la salud. El comer alimentos orgánicos, siempre que sean asequibles, ayuda a reducir la ingestión de pesticidas. El filtrar el agua de grifo y beber de recipientes de vidrio (no de plástico, también ayuda a reducir los contaminantes. Todos podemos comprar productos más seguros para usar en nuestros hogares. Podemos también tener en cuenta la calidad del aire antes de hacer ejercicio al aire libre, especialmente durante la temporada de los incendios forestales y en días de verano muy calientes, que es cuando se produce mucho ozono a nivel de suelo.
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¡Es inaceptable que los bebés estén expuestos a la contaminación desde antes de que nazcan! Aún queda mucho por conocer sobre el impacto de los peligros ambientales en las madres y los bebés en desarrollo. Únase a Moms Clean Air Force para abogar por protecciones más sólidas contra la contaminación del aire y los productos químicos tóxicos. ¡La primera fuente de alimento de un bebé, la placenta, debe estar libre de todo lo que pueda hacer daño!
Fuentes (artículos en inglés)
Lanzado en febrero de 2024