Como mujeres de color y de fe, escribimos porque sabemos que el cambio climático toca nuestras vidas. Afecta a nuestras familias y en especial la salud, el bienestar y la capacidad de triunfar de nuestros hijos. Como mujeres de color, el estar afectadas por la crisis climática se suma a nuestra crisis diaria de poner comida en la mesa, cuidar a nuestros seres queridos y buscar atención médica. Escribimos para instar a los legisladores, funcionarios electos, profesionales de la salud y líderes de la iglesia a tomar medidas para implementar soluciones climáticas en beneficio de nuestras comunidades.
Las comunidades de color, que son nuestras comunidades, son las primeras en verse impactadas por la crisis climática. Muchas de nuestras familias viven muy cerca a industrias que contaminan, y con demasiada frecuencia, nuestras comunidades están ubicadas en zonas de contaminación a lo largo de vías muy transitadas. Y a pesar de que el tener acceso a lo que Dios ha creado puede mejorar la salud y el bienestar, nuestras comunidades están más propensas a no tener acceso a la naturaleza. Con la falta de aire limpio y menos espacios verdes, nuestros niños y nuestras familias sufren. La mala calidad de aire presente en la mayoría de nuestras comunidades a consecuencia de la contaminación y el cambio climático, crea enormes disparidades de salud. El asma, las alergias y otros problemas pulmonares, junto con la falta de acceso a atención médica, son tansolo algunos de los impactos climáticos que afectan primero y de pero manera a nuestras familias. El cambio climático no solo está afectando la salud, la nutrición y el desarrollo de nuestros niños, sino también su salud mental. Vemos a nuestros hijos perder la esperanza por el futuro debido al cambio climático. Es evidente que las comunidades de color - las Black And Brown Communities - no están equipadas para manejar el daño físico, mental y espiritual causado por el cambio climático.
Los relatos de los impactos climáticos abundan en nuestras comunidades. La contaminación del aire, a menudo impulsada por el cambio climático, causa cáncer de pulmón, derrames cerebrales, y enfermedades cardíacas y respiratorias. Estas enfermedades son altamente prevalentes en comunidades marginadas. Cuando nos vemos confinados por ingresos limitados y se nos niega el acceso a la atención médica, estas enfermedades a menudo no reciben el tratamiento adecuado. Sin embargo, como dice un refrán común entre fieles, "no se nos negará", decimos: ¡no se nos negará la atención médica ni una vida saludable para nosotros o nuestros hijos!
Proclamamos en voz alta ante nuestros legisladores, que deben respetar los valores de la dignidad humana y la conciencia, y deben proteger a nuestras comunidades del daño de la contaminación y el cambio climático. Pedimos que no sea un enfoque fragmentado que esté enfocado tansolo en los síntomas, sino que pedimos una rectificación de las causas que condujeron a que la buena creación de Dios se haya deteriorado hasta el punto de esta crisis climática, y de que la carga de la crisis haya recaído más en nuestras comunidades. Debemos encarar la raíz de estas injusticias climáticas. Instamos a aquellos que definen nuestras políticas, a que se informen y se comprometan con el problema climático. Deben tomar acción contra la crisis climática.
Hacemos un llamado a nuestras propias comunidades a que tomen más acción cívica y adquieran un mejor entendimiento de los daños del cambio climático. Debemos tomar la antorcha y liderar la acción, y debemos hacer valer nuestra tenacidad para construir relaciones y coaliciones. Debemos abogar por nosotros mismos y contrarrestar las fuerzas que degradan nuestro aire y colocan a nuestros vecindarios dentro de áreas de contaminación, a causa de políticas discriminatorias. Nuestras comunidades ya no pueden permanecer al margen de la toma de decisiones. Nuestros antepasados lucharon amargamente y a un gran costo personal por nuestro futuro, y es nuestro deber comunicarnos y hacernos escuchar ante los que formulan las políticas a todo nivel, incluyendo a los comisionados de planificación.
Reafirmamos el uso intencional de las iglesias en nuestras comunidades, sabiendo que la Iglesia Negra es la institución afroamericana más antigua de los EE. UU., y que las iglesias latinas son los pilares de la comunidad. Hacemos un llamado a los miembros de nuestra iglesia para que se informen sobre la crisis climática y se dirijan a los legisladores. No hay separación de iglesia y justicia, incluso cuando existe una separación de iglesia y estado. La iglesia siempre ha estado a la vanguardia de la acción y la defensa, y los líderes de nuestra iglesia deben ser una voz a favor de las soluciones climáticas y la justicia climática. Instamos a nuestras iglesias a aprovechar los recursos de la comunidad, participar en el diálogo comunitario sobre cuestiones climáticas y ayudar a informar a nuestras comunidades. También hacemos un llamado a las instituciones de fe a que respeten a las mujeres, de las cuales dependen para mantener el tejido de la comunidad mientras enfrentamos las injusticias climáticas.
A todo personal médico, especialmente aquellos conectados con nuestras comunidades religiosas: instamos a todos los profesionales de salud a que lleven cuenta de todos los malestares causados por el cambio climático que estén afectando a mujeres y niños en nuestras comunidades. Debemos empoderarnos con datos. Uno de los desafíos que enfrentamos es que los profesionales de la salud a menudo no comprenden la relación entre el clima y la salud, y es posible que no comuniquen esta información a sus pacientes, especialmente a los jóvenes, las mujeres embarazadas y los adultos mayores. Los equipos de salud basados en la fe, deben recibir capacitación sobre enfermedades relacionadas con el clima, y deben educar a los feligreses sobre cómo éstos afectan a nuestras comunidades. Nuestras comunidades necesitan tener defensores entre los profesionales de la salud, que comprendan las conexiones entre el clima y la equidad en la salud. Como comunidad, ya no podemos preguntarnos: ¿si nuestro lugar de domicilio fuera diferente, nuestros resultados de salud y atención médica serían diferentes también?
La comunidad de color, la Black and Brown Community, tiene influencia y tiene agencia. No nos vemos a nosotras mismas no como perdidas, las últimas en fila ni olvidadas, sino que pertenecemos a una contingencia fuerte y resiliente de madres, hermanas e hijas negras y morenas. Somos portavoces a favor de la autodefensa, y somos fuerza para el cambio. Somos una red importante de prevalencia y acción.
Como comunidad, necesitamos más recursos para aprender más sobre los riesgos relacionados con el clima. Necesitamos que se limpien los sitios contaminados dentro o alrededor de nuestros vecindarios. Necesitamos recursos para la climatización y medidas que puedan hacer que nuestras familias se mantengan más resilientes ante el cambio climático. Necesitamos transporte público a base de energía limpia que no contribuya al cambio climático. Necesitamos prevenir que industrias contaminantes se establezcan en nuestras comunidades. Y necesitamos a legisladores locales, estatales y nacionales, así como profesionales de la salud y líderes religiosos, que nos acompañen mientras defendemos nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Atentamente,
Reverenda Roslyn Bouier
Pastor, Beloved Community United Church of Christ, Michigan
Reverenda Ashley C. Brown
Health Care Chaplaincy Network and African Methodist Episcopal Church clergy, Rhode Island
Margarita Flores
Archdiocese of Los Angeles, California / Arquidiócesis de Los Ángeles, California
Morgan Forman
Community Church of God, Ypsilanti, Michigan
Abby Gutiérrez
United Women in Faith / Mujeres Unidas en la Fe, San Antonio, Texas
Edna Holloway
Vice President at Large / Vicepresidenta General, Progressive National Baptist Church Women’s Department
Gloria Lambright
Mount Moriah Missionary Baptist Church, Charleston, South Carolina
Dra. Gabriela D. Lemus
Baltimore, Maryland
Adrienne Lance Lucas
Elizabeth Baptist Church, Atlanta, Georgia
Nehidy Murillo
Washington, DC
Daniela Ochoa
Former deacon / Ex diácona, Old Presbyterian Meeting House (PCUSA) in Alexandria, VA.
Green Team Member, Shrine of the Sacred Heart
Reverenda Renita Page
Southern Conference, United Church of Christ, Synod of the Mid-Atlantic Presbyterian Church USA
Joysaphine Powell
Fisher AME Zion Church, Phoenix, Arizona
Dra. Mary Rice-Crenshaw
President/Presidenta, Woman’s Convention of the Jerusalem Baptist Educational and Missionary Association; Second Vice-President / Segunda Vicepresidenta, Women’s Baptist Educational and Missionary Convention of South Carolina, and Second Vice-President/Segunda Vicepresidenta, Senior Women’s Missionary Union of the National Baptist Convention of America International, Inc.
Pastora Cecy Ruano
Rosa de Saron Internacional AG - Caldwell, Idaho
Tina Spencer-Smith
Administration Minister, Zion Hill Baptist Church, Atlanta, Georgia
Kathleen Battle Ceasar
Destiny Church International, Ohio
Dra. Margot Brown
Member/ Miembro, Bethel AME Church, Pittsburgh, Pennsylvania
Dra. Tonya Calhoun
African American Woman of Faith, Kennesaw, GA
Reverenda Emily Carroll
Green the Church, Louisiana
Almeta E. Cooper
Member/Miembro, St. Luke’s Episcopal Church, Atlanta, Georgia
Reverenda Yvette B. Davis
Popel Shaw Center for Race & Ethnicity, Pennsylvania
Sra. Tonya C. Evans
Wisconsin General Baptist State Convention
Marnese Jackson
Midwest Building Decarbonization Coalition Michigan Climate Council on Solutions- Appointee / Encargada
Sra. Phyllis N. Green
Seventh Episcopal District African Methodist Episcopal Church, South Carolina
Sra. Wendy Hendrick
Western States Baptist Convention, Colorado
Melba Hughes
Member/Miembro, St. Luke’s Episcopal Church, Atlanta, Georgia
Sra. Christy Jackson, Abogada
Sixth District, African Methodist Episcopal Church, Georgia
Sra. Shevalle T. Kimber
Connecticut State Missionary Baptist Convention
Sra. Deborah Mills
Baptist Missionary/ Misionaria, Education State Convention of Michigan
Sra. Sheila W. Monroe
Eastern North Carolina District, African Methodist Episcopal Church, North Carolina
Sra. Devieta Moore
Mid-Atlantic District, African Methodist Episcopal Zion Church, Maryland
Sra. Deborah B. Owens
Alabama Missionary Baptist State Convention, Inc.
TaWanda Hunter Stallworth, Maestría en Divinidad
Penn State Dickinson Law, Antiracist Development Institute Program Manager
Carolina Peña
Our Lady Queen of the Americas – Washington, DC
Sra. Teresa Pleasant
California State Baptist State Convention
Sra. Wynde J. Reddick
Eighth District, Christian Methodist Church, Texas
Amani Reid
Pennsylvania Interfaith Power and Light, Pennsylvania
Sra. Bernita K. Washington
Empire Baptist Missionary Convention of New York
Sra. Penny White
Fourth District, African Methodist Church, Illinois
Sra. Barbara Wright
National Baptist Convention of America, Inc., Florida
Sra. Helen A. Young
National Baptist Convention USA, Inc., Mississippi