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Si bien el embarazo es un período de extrema delicadeza para todas las embarazadas, las madres afroamericanas en Estados Unidos experimentan tasas de mortalidad materna e infantil drásticamente altas: tienen probabilidades tres veces mayores que las mujeres blancas de morir por una causa relacionada al embarazo. Además de esta marcada inequidad, la contaminación de aire empeora las disparidades de salud ya existentes, afectando desproporcionadamente a las madres afroamericanas y sus bebés en los EE. UU. El clima extremo causado por la crisis climática, especialmente el calor extremo, también impacta de manera desproporcionada a las comunidades negras. Esta vulnerabilidad específica surge a partir de los perjuicios de salud relacionados con el racismo histórico, y a causa de vivir más cerca a fuentes de contaminación.
Todos los niños expuestos a la contaminación de aire y al calor extremo en el útero, corren el riesgo de nacer con demasiado poco peso, y de sufrir un desarrollo inadecuado del sistema inmunológico, deterioro cognitivo y diabetes gestacional, así como impactos de salud a largo plazo como asma y presión alta. El cambio climático ha aumentado drásticamente la frecuencia de las olas de calor, los incendios forestales y las tormentas extremas. Todo esto aumenta la contaminación del aire. El calor extremo empeora la contaminación por ozono a nivel de suelo, comúnmente llamado smog. La exposición a contaminantes del aire como el ozono durante ciertos períodos del embarazo, se ha relacionado con el parto prematuro, el cual a su vez está relacionado con una variedad de trastornos de desarrollo. En Estados Unidos, la tasa de partos prematuros en bebés afroamericanos es 1,5 veces mayor que en bebés de otras etnias.
Disparidad en salud, y salud materna en afroamericanas
Las elevadas tasas de mortalidad entre madres afroamericanas – las cuales han aumentado al doble en las últimas dos décadas - se suscitan independientemente de factores como la edad, el nivel de educación, la ubicación geográfica, los ingresos o el estatus socioeconómico. Un factor de riesgo establecido es el racismo. La exposición acumulativa a las numerosas consecuencias del racismo a lo largo de la vida, entre ellos el estrés y el trauma, puede aumentar entre mujeres afroamericanas el riesgo de sufrir enfermedades crónicas, un fenómeno conocido como "deterioro". El estrés desgasta el cuerpo, haciéndolo susceptible a una variedad de problemas de salud y enfermedades, como la hipertensión y la diabetes tipo 2, cuyo impacto sobre los embarazos de personas afroamericanas son conocidos. La contaminación del aire y la crisis climática se suman y empeoran la crisis de salud materna entre personas afroamericanas.
La contaminación del aire durante el embarazo.
Los siguientes contaminantes de aire, si están presentes en nuestra vida cotidiana, pueden afectar a los fetos en el útero, y pueden causar perjuicios de salud que se manifiestan muchos años después de su nacimiento. Debido a décadas de segregación residencial, los afroamericanos suelen vivir en barrios con una mayor exposición a contaminantes como el hollín y el ozono.
- La contaminación por hollín, también conocida como PM 2,5 o contaminación por partículas, consiste en pequeñas gotas o partículas en el aire provenientes de una variedad de fuentes, incluyendo la quema de combustibles fósiles para generar energía y los incendios forestales. Los fetos expuestos tienen un mayor riesgo de sufrir consecuencias negativas al nacer, y de desarrollar presión arterial elevada y asma.
- El smog, un poderoso irritante pulmonar también conocido como ozono a nivel del suelo, puede aumentar el riesgo de parto prematuro. Se forma en la atmósfera cuando ciertas sustancias químicas, generalmente provenientes de plantas de energía y de vehículos, entran en contacto con el calor y la luz solar.
- La contaminación por petroquímicos, esta categoría de sustancias químicas tóxicas derivadas de combustibles fósiles, puede tener un profundo impacto en la salud. El vivir cerca de las fábricas de plástico y de plantas que procesan desechos de plástico, está relacionado con partos prematuros, bajo peso en recién nacdos, abortos espontáneos, muerte fetal y defectos congénitos.
- La contaminación de aire interior puede incluir compuestos orgánicos volátiles (COV) provenientes de vehículos, operaciones de petróleo y gas, y artículos domésticos comunes como pinturas y pesticidas. Los fetos expuestos a COVs pueden tener un riesgo elevado de nacer con bajo peso, y de desarrollar enfermedades respiratorias en la infancia.
- Las materias peligrosas, como el asbesto, el radón, las partículas de plomo en pinturas y el mercurio en pisos – especialmente en casas antiguas - pueden generar contaminación de aire correlacionada con perjuicios de salud en recién nacidos.
- El humo de incendios forestales puede provocar partos prematuros, y los niños expuestos a ellos en el útero tienen más probabilidades de sufrir infecciones respiratorias. Las comunidades afroamericanas tienden a tener las tasas más altas de asma.
El calor extremo y los problemas de salud en madres afroamericanas
El calor es la principal causa de muertes relacionadas con el clima en los EE. UU. Las altas temperaturas también pueden causar nacimientos prematuros, bajo peso en recién nacidos, pérdida del embarazo y estrés en recién nacidos relacionado al calor. Los estudios han demostrado que las madres afroamericanas tienen un mayor riesgo de tener partos prematuros después de una ola de calor, que las embarazadas de otras etnias.
Las viviendas antiguas, la escasez de espacios verdes y la falta de acceso a aire acondicionado, también aumentan el calor extremo, especialmente para las personas embarazadas de etnias históricamente marginadas. El estrés causado por el eventos climáticos, incluyendo el calor extremo, puede empeorar condiciones de salud subyacentes, incluyendo problemas de salud mental, los cuales ya son prevalentes en las comunidades negras.
¿Qué pueden hacer las mujeres afroamericanas embarazadas para protegerse?
Todos merecemos respirar aire limpio y permanecer seguros durante calores extremos. El protegerse no debiera ser la responsabilidad exclusiva de personas embarazadas, pero las personas pueden informarse acerca de la crisis climática y el embarazo, informarse periódicamente con los médicos, verificar la calidad de aire local en sitios como AirNow.gov, y limitar esfuerzos físicos al aire libre durante períodos de calor extremo, y cuando los niveles de contaminación no son seguros para personas sensibles.
Tome acción
Los resultados adversos en el embarazo, en su mayoría, son evitables. Necesitamos políticas más sólidas que prioricen la justicia climática para las embarazadas de color. Únase a EcoMadres para abogar por medidas de adaptación climática equitativas y en beneficio de las familias, y por una legislación sólida que combata el cambio climático, el calor extremo y la contaminación de aire, particularmente en comunidades de bajos recursos. Nuestras madres embarazadas y sus bebés en riesgo necesitan nuestra ayuda urgentemente.
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Publicado en noviembre de 2024