Desde los meses previos al nacimiento hasta los años críticos del desarrollo en la adolescencia y la edad adulta temprana, los niños y las personas jóvenes son vulnerables a los impactos de un mundo que se está calentando. El calor extremo, el humo de los incendios forestales, las tormentas más fuertes y otras amenazas climáticas, interactúan con la salud de los niños de una manera singular. Esto está sucediendo ahora mismo, en el presente, y no en un futuro imaginario y lejano. Es primordial proteger el bienestar de nuestros hijos y crear un mejor futuro para las generaciones más jóvenes.
Impactos específicos del cambio climático en la salud de los niños
Los cuerpos de los niños aún en desarrollo, sus patrones de conducta y sus entornos sociales los hacen especialmente vulnerables a las amenazas climáticas. He aquí algunas maneras en que la salud de los niños y jóvenes se ve amenazada directamente por la crisis climática hoy en día:
Calor extremo
Los cuerpos de los niños son menos capaces de regular el calor que los cuerpos adultos, lo cual, al aumentar las temperaturas, los pone en mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas al calor. Ejemplos son la deshidratación, el agotamiento por calor e incluso la insolación, la cual puede ser potencialmente mortal. Las temperaturas altas también pueden producir impactos prenatales, y se han asociado con mortalidad en fetos, nacimientos prematuros y bajo peso en recién nacidos.
Contaminación del aire
La quema de combustibles fósiles para generar energía, principal causa de la crisis climática, genera una contaminación de aire tóxica que es especialmente peligrosa para la salud de los bebés y los niños. El cambio climático hace que la temporada de incendios forestales se extienda y se intensifique, y el humo de estos incendios llega a ser aún más peligroso que otros tipos de contaminación de aire. El respirar aire insalubre puede interferir con el desarrollo pulmonar, y está asociado con problemas de salud como el asma, las enfermedades respiratorias, el bajo peso al nacer y la muerte prematura.
Temporadas de polen variables
El cambio climático extiende y empeora la gravedad de las temporadas de polen, lo que empeora las alergias y los ataques de asma.
Enfermedades transmitidas por insectos
Conforme el mundo se calienta, se hacen más propicias las condiciones para una diversidad de insectos y las enfermedades que transmiten, como por ejemplo los mosquitos que transmiten el virus del Nilo Occidental, las garrapatas que transmiten la enfermedad de Lyme, y muchos más. Los niños de entre 5 y 9 años se encuentran entre los grupos más propensos a contraer la enfermedad de Lyme, la que está en constante aumento en los Estados Unidos.
Condiciones climáticas extremas e inseguridad alimentaria
El cambio climático aumenta la frecuencia y la intensidad de condiciones como las sequías y las inundaciones, lo cual dificulta que los agricultores produzcan cultivos sanos. Esto puede desencadenar inseguridad alimentaria y desnutrición, que son especialmente dañinas para el desarrollo de los bebés y los niños.
Tormentas e inundaciones
El cambio climático aumenta la intensidad de las tormentas. Las tormentas fuertes, como los huracanes, los tornados e incluso la lluvia extrema, pueden dañar casas e inundar comunidades, lo que aumenta el riesgo de sufrir lesiones y obliga a las familias a evacuarse. Las inundaciones costeras y el aumento del nivel del mar también amenazan con desplazar a cientos de miles de niños y personas jóvenes de zonas costeras en las próximas décadas. Además, cuando los sistemas de drenaje y de alcantarillas colapsan a causa de inundaciones, el agua potable puede contaminarse fácilmente. Esto aumenta el potencial de la exposición a enfermedades transmitidas por agua, la dispersión de químicos en el agua y residuos peligrosos. El moho en áreas húmedas puede causar problemas de salud graves, tales como sarpullidos en la piel, asma e infecciones.
La justicia ambiental, el impacto climático y la salud de las personas jóvenes
El cambio climático amplifica las amenazas y acentúa las desigualdades existentes.
Por ejemplo, las comunidades de color tienden a estar ubicadas en áreas denominadas “islas urbanas de calor’, es decir lugares que carecen de espacios verdes o sombra adecuados, lo que aumenta los peligros del calor extremo y hace más difícil que los niños jueguen al aire libre de manera segura. En las comunidades de bajos ingresos, donde las escuelas carecen de aire acondicionado, las temperaturas altas en las escuelas pueden disminuir la capacidad de aprendizaje de los estudiantes.
Cuando azotan los desastres climáticos tales como las inundaciones y los huracanes, las comunidades de color tienden a recibir menos ayuda federal para reconstruir las viviendas y los vecindarios dañados.
Las comunidades de color, que ya viven bajo la carga de las injusticias ambientales como la contaminación del aire, se ven impactadas de manera desproporcionada por casi todo tipo de amenaza climática..
El impacto del cambio climático en la salud mental de las personas jóvenes
Las repercusiones del cambio climático en la salud mental de los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes no deben subestimarse.
El humo de los incendios forestales, el cual causa un cielo de color naranja y la cancelación de recreos en las escuelas, puede ser aterrador y perturbador tanto para los niños como para los padres. Las tormentas que provocan el desplazamiento de las casas, pueden ser traumáticas.
La desesperanza y el temor por el futuro son comunes. Las familias viven con sentimientos de profundo dolor debido a la pérdida de lugares queridos y especies animales, ira por el ritmo lento de la acción climática y una sensación de impotencia ante las crisis.
El cambio climático puede incluso afectar la salud mental durante el embarazo, en bebés aún no nacidos. Las investigaciones indican que la exposición a los desastres climáticos en el útero, puede aumentar en los niños el riesgo de problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y el trastorno de déficit atencional, años después de su nacimiento.
Actúe
Las soluciones climáticas están al alcance, y nosotros podemos y debemos exigirlas. Exija a sus legisladores que adopten medidas audaces para la acción climática, que reduzcan nuestra dependencia de los combustibles fósiles, fortalezcan las protecciones contra la contaminación y promuevan la justicia ambiental.
Dígales a las autoridades y a los líderes que el bienestar de los jóvenes debe ser tomado en cuenta en el proceso de adaptación de la sociedad a condiciones climáticas extremas y otros factores estresantes. Esto podría ser algo tan simple como abogar por un mayor acceso a espacios verdes, aire acondicionado en las escuelas, autobuses eléctricos para todos y una educación sólida acerca del clima.
El progreso es posible. Únase a EcoMadres y Moms Clean Air Force para abogar por la salud y el futuro de nuestros hijos.
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Lanzado en diciembre de 2023