Hoy en día contamos con suficientes fuentes de energía limpia para cubrir nuestras necesidades energéticas a diario.
Para el año 2030, el mundo debe reducir la contaminación climática, una de las principales causas del calentamiento global, en un 45%, y debe detener toda contaminación climática para el año 2050. Esto es lo que estipula el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el organismo de las Naciones Unidas que evalúa la ciencia relacionada con el cambio climático. Una forma fundamental de reducir drásticamente la contaminación climática es adoptar energía limpia en todos los sectores.
Ya contamos con suficientes fuentes de energía limpia para suplir a diario nuestras vidas cotidianas, lo cual indica que esta transición ya está en marcha. Podemos producir energía a partir de fuentes como el viento, el sol y los ríos. Ya sabemos cómo tomar ciertos pasos, tal como aislar mejor y usar iluminación que ahorre energía. El invertir ahora en un futuro de energía limpia, conducirá además a nuevas e innovadoras tecnologías a futuro. Hoy en día, el uso de carbón en Estados Unidos está siendo reducido precipitosamente debido a que existen alternativas más limpias en todo el país (aunque el uso del carbón está aumentando en otros lugares). En Estados Unidos, Texas es el líder en la producción de energía eólica (a partir de viento), generando más del doble que el estado número dos en producción de energía eólica, Iowa. California y Texas encabezan la producción de energía solar. Estos estados proporcionan el modelo de cómo construir fuentes de energía renovable a la escala que se necesita para los servicios públicos. Lo que nos falta es la voluntad política para construir la infraestructura necesaria para transmitir toda esta energía.
Ahí es donde entran ustedes (y EcoMadres), como defensores de la energía limpia que exijan que esta transición necesaria se realice. En nuestra historia, ya hemos pasado con éxito por enormes transiciones energéticas: pasamos del aceite de ballena al carbón y al petróleo. Aunque cada transición generó resistencia, cada una de ellas también transformó la forma en que vivimos.
Qué es (y qué no es) la energía limpia
La energía limpia sólo lo es si proviene de fuentes que no emitan carbono o metano, ni alguna otra contaminación que contribuya al calentamiento climático durante el proceso de generación de energía. La energía limpia es renovable y más segura para nuestras comunidades y familias. Los combustibles fósiles no son energía limpia. Esto incluye el gas natural, ya que emite dióxido de carbono cuando se quema para obtener energía, y también incluye el metano, que tiene un poderoso impacto sobre la alteración del clima y tiende a escaparse de diversos puntos en su cadena de suministro. En conclusión, las tecnologías de energía limpia son las que no generan contaminación climática en el proceso de generación de energía.
En la actualidad, algunos hogares utilizan únicamente energía renovable, pero la mayoría todavía utiliza fuentes de electricidad sucias que contribuyen a la alteración del clima. De manera similar, algunas personas conducen vehículos eléctricos que no emiten contaminación por sus tubos de escape, mientras la mayoría de los automóviles en circulación aún generan gases de escape que dañan el clima. Mucho más allá de los automóviles y los hogares individuales, es necesario re-evaluar, limpiar y modernizar los sistemas e infraestructuras de energía y transporte en muchas industrias. Esto incluye los camiones que transportan alimentos y mercancías a diario, y también los autobuses escolares.
La energía limpia y la salud
Casi el 36% de las personas en los EE. UU. vive en condados donde el aire no es saludable para respirar. Las diversas energías renovables reducen la contaminación climática, hacen que el aire sea más limpio, mejoran la salud pública y reducen los gastos médicos. La energía limpia no produce las emisiones nocivas que contribuyen al cambio climático y los perjuicios asociados a él, como el clima extremo, los incendios forestales y la inseguridad alimentaria, todo lo cual puede afectar negativamente la salud, especialmente la salud de los niños. La transición a la producción de energía limpia reducirá las tasas de ciertos problemas de salud, entre ellos el asma y las enfermedades cardíacas.
Preocupaciones acerca de la energía limpia
Por supuesto existen problemas y compromisos asociados con la energía limpia. Nada es libre de impactos, y la cadena de suministro de tecnologías limpias no es impecable.
La extracción de litio para baterías de coches eléctricos, por ejemplo, es problemática. Sin embargo, las preocupaciones como los impactos de la minería se están tratando de resolver en la actualidad, la tecnología de las baterías se está desarrollando rápidamente en dirección de requerir menos materias primas, y las tecnologías de reciclaje se están ampliando para disminuir la demanda de minerales críticos. En general, la energía renovable sigue siendo una apuesta más segura y limpia que los combustibles fósiles.
El costo de la transición a la energía limpia
Se requiere de una inversión significativa para una transición a gran escala, pero ésta también generará enormes dividendos. No hay otra opción: el no hacer nada sale mucho más costoso que reducir la contaminación climática. El costo de la inacción ya es enorme, y aumenta cada día. Los desastres climáticos están amenazando la salud y la seguridad de las familias en todo el mundo. Las pérdidas en Estados Unidos por desastres que han costado miles de millones de dólares, entre los años 2015 y 2022, ya superan un trillón de dólares. La buena noticia es que los costos de la energía solar, eólica y del almacenamiento de energía, se han reducido drásticamente: tan solo el costo de la energía solar ha bajado en casi un 90% en los últimos 10 años.
La energía limpia y la justicia ambiental
En Estados Unidos, las comunidades de color y de bajos ingresos tienen más probabilidades de vivir cerca de fuentes de energía sucia, como las instalaciones de producción de gas natural y las plantas de generación de energía. Estas comunidades, que ya se ven afectadas de manera desproporcionada por el cambio climático y son las más afectadas por las inundaciones y los desastres naturales, además sufren los efectos más negativos de la contaminación del aire sobre la salud. El avanzar hacia la eliminación de la contaminación climática, reducirá esta carga desproporcionada en muchos sectores, y al mismo tiempo brindará equidad, justicia y nuevas oportunidades económicas. Se necesitan mayores esfuerzos por seguir creando una cadena de suministro global más justa – tanto en la minería como en el área del reciclaje - con respecto a la producción de componentes fundamentales de la energía limpia, como lo son las baterías recargables.
Tomemos acción
Los padres y madres de todo el país que quieran apoyar la transición a la energía limpia, pueden unirse a EcoMadres para abogar por fuertes protecciones contra la contaminación, y por un aire más limpio para nuestros niños y nuestras comunidades. En Estados Unidos, se han realizado serios esfuerzos federales a favor de la legislación climática, incluyendo el establecimiento de fondos disponibles para los gobiernos estatales y locales, así como para los productores agrícolas y otros, a través de la Ley Bipartidista de Infraestructura (BIL) y la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). El familiarizarse con los fondos disponibles a través del IRA para aumentar el uso de energía limpia en su comunidad, puede ayudar a orientar las acciones que se tomen a nivel local.
Lista completa de fuentes
Lanzado en febrero de 2024