Los automóviles y los camiones cumplen una función esencial en nuestras vidas y en la economía, pero la contaminación que generan es tóxica. Los tubos de escape de los vehículos contribuyen en gran medida al calentamiento climático, y están asociados con numerosos daños para la salud.
El sector del transporte genera casi un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en EE. UU., lo que lo convierte en nuestra fuente más grande de contaminación climática. Asimismo, es una de las fuentes más grandes de otros contaminantes del aire, y generan aproximadamente el 45 % de las emisiones totales de óxidos de nitrógeno (llamados “NOx” en inglés) en el país. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) está a cargo de mitigar la contaminación de los vehículos, tales como automóviles y camiones, a fin de proteger la salud pública. A pesar de esto, los problemas persisten.
¿De qué manera afecta nuestra salud la contaminación por emisiones vehiculares?
Contaminación del aire
El respirar la contaminación que emana de los tubos de escape puede dañar nuestros pulmones, corazones y cerebros. Los tubos de escape de los vehículos contienen peligrosos contaminantes de aire como óxidos de nitrógeno, componentes orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en inglés) y contaminación por partículas, u hollín. Los óxidos de nitrógeno y los componentes orgánicos volátiles reaccionan con el calor y la luz del sol para formar ozono, otro contaminante que también es un potente irritante de pulmones, y al cual se le conoce también como “smog”. La contaminación por hollín consiste en gotitas diminutas o partículas de sustancias químicas, humo, polvo y alérgenos en el aire que se pueden inhalar con facilidad. Estas partículas pueden incrustarse en los pulmones o pasar directamente a la corriente sanguínea.
Los óxidos de nitrógeno, los componentes orgánicos volátiles y la contaminación por hollín están asociados con una amplia gama de impactos de salud, entre ellos:
- Empeoramiento del asma y enfermedades respiratorias
- Aumento en hospitalizaciones y visitas a salas de emergencia a causa de enfermedades respiratorias
- Empeoramiento del estado de salud de pacientes con cáncer del pulmón
- Daño cardiovascular
- Resultados adversos relacionados con los nacimientos, tales como nacimientos prematuros y bebés de bajo peso al nacer
- Mayor riesgo de muerte prematura
- Impactos en la salud mental
Cambio climático
La contaminación causada por los vehículos es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático, y con ello a la infinidad de formas en que el calentamiento climático impacta nuestra salud. El cambio climático sobrealimenta los sistemas meteorológicos, y por ende genera calor extremo que profundiza el impacto de la contaminación por emisiones vehiculares. Todo está relacionado. El cambio climático está asociado con un aumento en enfermedades respiratorias y cardiovasculares, lesiones y muertes prematuras relacionadas con condiciones climáticas extremas, cambios en la seguridad alimentaria, resultados adversos en recién nacidos, y un mayor riesgo de sufrir ciertas enfermedades infecciosas. El cambio climático también es una amenaza para nuestra salud mental.
El reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es de fundamental importancia para nuestro esfuerzo por disminuir los efectos del cambio climático, incluyendo las olas de calor, las sequías, las tormentas más intensas y los incendios forestales.
Algunas poblaciones, las cuales incluyen a niños, personas con enfermedades crónicas como el asma, personas mayores, comunidades de bajos ingresos y comunidades de color, son especialmente vulnerables a los contaminantes emitidos por los tubos de escape de vehículos, y al cambio climático.
La contaminación por tubos de escape y la justicia ambiental
La contaminación de aire producida por vehículos es un asunto fundamental de salud pública y, más aún, un asunto de justicia ambiental. De acuerdo a la EPA, más de 45 millones de personas en los Estados Unidos viven a menos de 300 pies (91 metros) de distancia de una carretera principal o de una empresa de transporte, mientras que 72 millones de personas viven a menos de 220 yardas (200 metros) de una ruta de transporte de camiones.
Debido a la discriminación en temas de vivienda y otras políticas injustas, las comunidades de color y las de bajos ingresos tienen más probabilidades estar localizadas cerca de rutas de transporte de camiones, y se ven afectadas de manera desproporcionada por contaminación vehicular. En algunos casos, a las comunidades más afectadas por las emisiones tóxicas de camiones, se les denomina «callejones de asma» y «zonas de muerte por diésel», debido a los graves problemas de salud que sufren los residentes.
Beneficios de estándares más estrictos para regular la contaminación por emisiones vehiculares
Es de fundamental importancia que se apliquen estándares estrictos para regular la contaminación por automóviles y camiones, incluyendo los grandes camiones de carga pesada, autobuses, autobuses escolares y camiones de recolección de residuos, a fin de reducir los óxidos de nitrógeno, las emisiones de los gases de efecto invernadero y otros tipos de contaminación de aire.
Asimismo, es crucial acelerar la transición hacia vehículos que no produzcan emisiones. El incrementar la producción y la venta de vehículos eléctricos en los Estados Unidos, que son más limpios, es una oportunidad para generar empleos, luchar contra el cambio climático y reducir la contaminación. La transición hacia una flota de vehículos que no generen emisiones podría generar enormes beneficios económicos y de salud para nuestras comunidades. La EPA establece estándares nacionales de calidad de aire y busca apoyar maneras de fomentar una mayor producción de vehículos eléctricos, por ejemplo, a través de programas de financiamiento para autobuses escolares eléctricos. La transición de autobuses escolares a base de diésel a flotas totalmente eléctricas tendrá un fuerte impacto en el clima, la salud y el ahorro de costos en todo el país.
La EPA proyecta que hacia el año 2055, los estándares propuestos para fomentar el transporte limpio de automóviles y los camiones lograrían:
- Reducir la contaminación climática, evitando la emisión de aproximadamente 10 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Esto equivaldría a más del doble de las emisiones totales de CO2 en los EE.UU. en el año 2022.
- Mejorar la salud pública, reduciendo la emisión de otros componentes tóxicos que contaminen el aire, reduciendo así muertes y problemas de salud agudos, los cuales se reflejan en hospitalizaciones por enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
- Ahorrar dinero, gracias a que los estándares propuestos ahorrarían al menos mil millones de dólares en gastos médicos y ahorros de los consumidores a nivel nacional.
Actúa
Los padres y cuidadores en Estados Unidos que estén interesados en una transición rápida hacia vehículos que no emitan gases de efecto invernadero (“vehículos de cero emisiones”), pueden unirse a EcoMadres, a fin de abogar por estrictas medidas de protección contra la contaminación emitida por tubos de escape de vehículos, y por un aire más limpio para nuestros niños y nuestras comunidades.
Lista completa de fuentes.
Lanzado en septiembre de 2023