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¿Alguna vez te preguntaste por qué a las personas embarazadas se les recomienda que reduzcan el consumo de atún?
Los peces grandes están contaminados con mercurio, que es una potente neurotoxina. Se estima que cada año hay 75.000 recién nacidos en Estados Unidos en riesgo de desarrollar problemas de aprendizaje debido a que fueron expuestos al mercurio en el útero. ¿Cómo es que el mercurio ingresa en el atún y demás peces?
La respuesta está en las centrales eléctricas que funcionan a base de carbón. El carbón es la mayor fuente de contaminación por mercurio en Estados Unidos. Cuando una chimenea que emana carbón no cuenta con los filtros adecuados, emana también mercurio y otras sustancias venenosas como el arsénico, el plomo, el níquel y el cromo, al igual que gases ácidos como el dióxido de azufre (SO2) y los óxidos de nitrógeno (NOx). El mercurio se distribuye por todo el mundo a través del aire, y termina en reservorios de agua por medio de las lluvias. Las comunidades ubicadas cerca de las plantas de carbón son las más afectadas.
Los microorganismos y las bacterias en lagos y ríos convierten el mercurio proveniente de las plantas eléctricas en una forma más tóxica, llamada metilmercurio. Los peces absorben el metilmercurio a través de sus branquias y lo diseminan por su cuerpo. El metilmercurio luego se acumula en el tejido adiposo, o tejido grasoso, de los peces.
Cuando los humanos comen pescado contaminado, ingieren mercurio. El pescado contaminado con mercurio es consumido por otros peces, aves y también mamíferos. Por lo general, entre más tiempo viva un pez y entre más grande sea, más cantidad de mercurio acumula en el cuerpo. El pez azul, el mero, la caballa gigante, el marlín, el tiburón, el pez espada y el atún contienen altos niveles de mercurio.
Una vez que consumimos pescado contaminado, el metilmercurio pasa directamente a los órganos en nuestro cuerpo que tienen la mayor cantidad de grasa.
Senos: el mercurio se detecta en la leche materna.
Cerebro: el metilmercurio es capaz de atravesar la barrera sanguínea del cerebro, o barrera hematoencefálica.
Placenta: el metilmercurio atraviesa la placenta. Los fetos y los niños pequeños son especialmente vulnerables al mercurio, el cual puede afectar el desarrollo del sistema nervioso y del cerebro, y puede también afectar el crecimiento de un niño y su proceso de aprendizaje.
¿Qué podemos hacer?
La contaminación por mercurio es un asunto de justicia ambiental, ya que las comunidades de color históricamente marginadas están siendo sometidas también a cantidades desproporcionadamente altas de contaminación de aire.
El envenenamiento por mercurio a causa de las plantas que queman carbón, puede prevenirse con la instalación de filtros purificadores para reducir las emisiones. Los estándares nacionales que regulan la contaminación por mercurio producida por plantas eléctricas a base de carbón, conocidos como “MATS” por sus siglas en inglés, han tenido un gran éxito. Los MATS fueron implementados por primera vez por la EPA (Agencia de Protección Ambiental) en el año 2012, y fueron actualizados en el año 2024 con nuevas protecciones contra el mercurio y otros tóxicos del aire. Aún así, hay más trabajo por hacer. Únase a Moms Clean Air Force y EcoMadres para instar a la EPA a mejorar constantemente los MATS con los estándares más estrictos posibles.
Obtenga más información sobre el trabajo de Moms Clean Air Force sobre el mercurio.
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Actualizado: abril de 2024