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Guía de salud ambiental en las escuelas, para maestros, estudiantes, administración - ¡y también los padres de familia!
Todos queremos que los niños tengan un ambiente lo más saludable posible. Si bien no podemos controlar todo lo que sucede en las escuelas, podemos tomar pequeñas medidas para lograr que las aulas sean más saludables, implementando algunos de los pasos en esta lista.
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ABRA LAS VENTANAS
Para ventilar las aulas que tengan mal olor, simplemente abra las ventanas cuando el clima lo permita. Evite usar ambientadores, incluyendo aerosoles, enchufables y velas aromáticas. Lamentablemente, éstos pueden contener irritantes respiratorios y otras sustancias dañinas.
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COMPRE MEJORES ÚTILES ESCOLARES
A la hora de hacer las compras para el regreso a clases, evite el plástico lo más posible - en todo - desde las loncheras hasta las alfombras. El plástico puede contaminar el aire interior y ser perjudicial para la salud. Busque productos como papel reciclado y marcadores sin olor, especialmente en el caso de marcadores permanentes y de borrado en seco. Las decisiones más saludables tienen un efecto cumulativo.
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ELIJA CON CUIDADO LOS ARTÍCULOS PARA EL AULA
Tanto los maestros que compran al por mayor, como los padres y madres que compran los útiles y suministros en sus listas escolares, pueden fácilmente evitar productos químicos potencialmente peligrosos, en todo: desde los materiales de arte hasta las toallitas.
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COMPRE PRODUCTOS DE LIMPIEZA MÁS SEGUROS
Muchos estados tienen regulaciones de compra para las escuelas que priorizan productos ecológicos, ya que los limpiadores y desinfectantes convencionales pueden contener ingredientes peligrosos que alteran las hormonas, irritan los pulmones, aparte de otros efectos. Los productos como el jabón de manos, donados por padres bienintencionados, deben cumplir con las regulaciones estatales.
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REDUZCA EL DESORDEN
El mantener las cosas ordenadas es un hábito útil, aparte de ser mejor para los estudiantes, ya que el desorden puede acumular polvo, servir de escondite para las plagas e impedir la ventilación. Los maestros pueden dar el ejemplo, animando a los estudiantes a mantener ordenados sus cubículos y casilleros, y ofreciendo sistemas de almacenamiento más seguros.
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PROHIBA QUE LOS VEHÍCULOS MANTENGAN EL MOTOR ENCENDIDO
El adoptar una política de no permitir motores andando en el estacionamiento ni en la fila donde se recogen a los estudiantes, es una excelente manera de reducir la contaminación que emana de los tubos de escape y se filtra dentro del edificio escolar.
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EVITE LAS FRAGANCIAS
Otra fuente de contaminación casi tan potente como las emisiones vehiculares, es lo que emanan los perfumes y otros productos de consumo con fragancias. Es difícil exigirles a los estudiantes que usan lociones corporales, productos para el cabello y ropa con residuos de detergente perfumados con regularidad, que dejen de usar fragancias. Por eso es de sentido común reducir el perfume en limpiadores, jabones de manos y otros artículos básicos que se usan en las aulas.
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TENGA CUIDADO CON LOS PESTICIDAS
El personal de mantenimiento escolar suele seguir las normas estatales sobre el uso de pesticidas y herbicidas. Ojalá en su escuela se apliquen las medidas menos tóxicas para controlar las plagas. Si los profesores o padres de familia traen al aula productos externos como trampas para hormigas, deberían utilizar las opciones menos tóxicas.
¡Manténgase alerta!
Los miembros de la comunidad pueden ayudar a evitar que pequeños problemas se conviertan en grandes problemas, reportando con prontitud cualquier problema de mantenimiento y limpieza tales como fugas de agua, techos manchados y condensación (la cual puede indicar la presencia de moho), además de derrames, mal funcionamiento del equipo de ventilación, indicios de plagas, olores o humos inusuales, o cualquier otra cosa que considere un posible problema de salud.
¡Todos debemos colaborar!
Lista completa de fuentes.
Actualizado en agosto de 2025