Un par de meses atrás mi hijo pasó cuatro días en el hospital después de un grave ataque de asma. Fue duro verlo respirar a través de una máscara de oxígeno por días, y como madre sentirte impotente y con el corazón adolorido y preocupado por su salud y recuperación. No todo el mundo tiene un hijo con una condición médica especial, así que no todo el mundo entiende lo que se siente pasar por el temor de no encontrar una cura. Es por eso que para mí, trabajar diariamente en prevención mejorando la calidad de vida de mi hijo, es lo que me permite mirar adelante con esperanza, incluso en los momentos más difíciles.
Mi hijo no solo tiene asma, su diagnóstico primario es en realidad síndrome de Down. Ya cumplió 9 años y con el paso de los años he aprendido a entender y aceptar ese cromosoma demás. Su apariencia, su coeficiente intelectual y sus retos de lenguaje no son importantes para mí. He superado la influencia del juicio de los demás, y cada vez que lo miro a los ojos, sólo puedo sentirme bendecida por todas las cosas que hemos alcanzando juntos. En vez de quejarme o sentirme molesta por lo que aún no puede, me siento orgullosa de su desarrollo y me siento una parte importante del mismo.
Pero cuando toca hablar del Asma, la situación es totalmente diferente. No importa lo buena madre que sea o el cuidado que ponga en él, el Asma siempre vuelve. El Asma afecta y limita la vida de millones de personas en los Estados Unidos, y golpea todavía más duro a quienes además tienen una condición médica de vida.
Cuando uno cría uno o más hijos con necesidades especiales, a veces lo único que uno quisiera es verlos saludables. No es fácil entender que hay cosas que uno nunca podrá cambiar sin importar lo duro que trabaje en ellas. Y aun sabiendo que no somos culpables, cuando un ataque se manifiesta, muchas veces uno no puede evitar preguntarse una vez más: Qué estoy haciendo mal?
Esta nueva circunstancia en nuestras vidas me ha enseñado algo muy importante. En el tratamiento del Asma, la prevención es la clave. Y aunque entiendo que no puedo controlar que mi hijo sufra un nuevo ataque, existen pasos que literalmente pueden salvar su vida y reducir considerablemente las probabilidades de tener que ser internado de emergencia en el hospital.
La Prevención me otorga el poder que necesito para no dejar que el Asma se convierta en un enemigo que controle o limite nuestra vida y nuestro futuro.
- Esto es lo que hago y lo que nos ayuda mucho:
- Sólo utilizamos almohadas lavables que podemos lavar en ciclo suave en la lavadora.
- Lavo las almohadas y sábanas cada semana.
- No compro cosas nuevas hechas de tela que no puedo lavar. Es difícil mantener limpios los muebles o almohadones decorativos en una casa donde hay niños. Lo mismo con las alfombras. Es prácticamente imposible tenerlas limpias cuando hay niños y mascotas, así que hacer un esfuerzo por tener piso duro de cualquier tipo, bien vale la pena a la hora de evitar alergias.
- Una vez a la semana limpio a fondo y me encargo de desempolvarlo todo. Prefiero evitar los químicos que pueden convertirse en olores peligrosos para los niños.
- Me aseguro de abrir las ventanas por lo menos una vez a la semana, ya que el aire puro y fresco es una buena opción para todos en casa. Desempolvar las persianas y lavar las cortinas es también importante a la hora de hacer una diferencia en el aire que respiramos en casa.
- Mantenemos el aire corriendo a 75 grados para que la casa esté fresca y no se genere humedad que pueda convertirse en un hongo dañino.
- Aunque no soy partidaria de las medicinas, a veces hace falta utilizarlas para ayudar en la prevención.
- Ahora que entiendo que un simple resfriado puede generar inflamación en los pulmones de mi hijo, he aprendido la importancia de empezar tratamientos respiratorios como una manera preventiva de evitar complicaciones futuras.
- Finalmente he superado el temor a retomar nuestra rutina habitual de ejercicio. Utilizamos medicina para prevenir la falta de aire, y motivamos a Emir a hacer su mejor esfuerzo siempre y cuando se esté sintiendo bien. Ese es el mejor modo de tener pulmones fuertes y saludables.
- La dosis diaria de medicinas para las alergias se ha convertido también en una importante aliada.
- La clínica local de Asma ha sido muy importante a la hora de educarnos y ofrecernos recursos, pregunta a tu proveedor de servicios por la más cercana a ti.
Estos no son consejos innovadoras, pero a veces subestimamos nuestra propia capacidad de hacer diferencias positivas en la vida de nuestros hijos, siguiendo pasos sencillos que pueden realmente mantener limpio el aire que respiramos dentro de casa. Tú también tienes el poder de hacer una diferencia en la vida de tus hijos.
Esperamos que encuentres útil este libro electrónico o e-book y que lo uses con buena salud.
Eliana Tardío es la madre de Emir & Ayelén, dos niños con síndrome de Down que han convertido su vida en un gran experiencia de crecimiento personal. Trabaja como Especialista de Recursos de familias y Especialista de Marketing para el programa federal de Intervención Temprana de la Florida. Galardonada como una de las 100 madres blogueras más importantes de los Estados Unidos por Babble, y una de las 7 Madres Latinas más inspiradoras por Café Moms, Eliana escribe en Inglés and Español acerca de los triunfos y retos de criar dos hijos con necesidades especiales.