Mientras el COVID-19 se propaga por todo Estados Unidos, el administrador de la EPA Wheeler presiona para instalar una agenda radical a favor de los contaminadores.
21 de enero
Estados Unidos confirma el primer caso de COVID-19.
30 de enero
La Organización Mundial de la Salud declara la Emergencia Sanitaria Mundial.
29 de febrero
El estado de Washington anuncia la primera muerte causada por COVID-19 en Estados Unidos
13 de marzo
El presidente Trump declara la emergencia nacional.
17 de marzo
Las muertes por COVID-19 ascienden a 100 en Estados Unidos.
18 de marzo
Wheeler publica la Propuesta Suplementaria de Ciencia Censurada (Censored Science Supplemental Proposal), que amplía su peligroso intento de restringir el uso de la ciencia por parte de la agencia cuando establece protecciones de salud pública. Esto permitiría que la EPA haga a un lado a numerosos estudios ampliamente aceptados que demuestran el daño que producen las sustancias químicas tóxicas y la contaminación, como así también la investigación fundamental del coronavirus.
26 de marzo
Estados Unidos es el país con mayor cantidad de casos confirmados de COVID-19 a nivel mundial.
26 de marzo
Unos días después de que el Instituto Americano del Petróleo (American Petroleum Institute)le pidiese a Wheeler que flexibilice los requisitos, la EPA declara la «discreción en la aplicación» para permitir que los contaminadores no cumplan con algunas protecciones ambientales y de la salud durante la pandemia.
27 de marzo
Estados Unidos se convierte en el primer país en superar la cifra de 100,000 casos confirmados de COVID-19.
31 de marzo
Wheeler concluye el Desmantelamiento de los Estándares de Vehículos Limpios. De ese modo, deja a los estadounidenses propensos a sufrir aproximadamente 18,500 más muertes prematuras, 250,000 ataques de asma, 350,000 enfermedades respiratorias hacia el 2050, y 1,500 millones de toneladas de contaminación climática y $244 mil millones más en costo de combustible hacia el 2040.
5 de abril
Harvard anuncia una nueva investigación que demuestra la posible relación entre la contaminación atmosférica y mayores tasas de mortalidad por COVID-19.
11 de abril
Las muertes por COVID-19 ascienden a 20,000, en los Estados Unidos, la cifra más alta registrada a nivel mundial.
14 de abril
Wheeler propone no fortalecer los estándares de material particulado, que causa aproximadamente 85,000 muertes por año en los Estados Unidos.
16 de abril
Wheeler anuncia la medida final que socava los Estándares de Mercurio y Tóxicos de Aire — salvaguardas implementadas y vigentes en la actualidad que cada año evitan hasta 11,000 muertes prematuras y 130,000 ataques de asma infantiles.
29 de abril
Las muertes por COVID-19 en Estados Unidos han ascendido a 49,465, con más de 1,000,000 casos registrados en todo el país.
27 de mayo
Estados Unidos supera las 100,000 muertes atribuidas a COVID-19.
2 de junio
La EPA solicita una revisión acelerada de su propuesta para eliminar la regulación de la contaminación por metano de las operaciones de petróleo y gas.