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¿Qué son los gases de escape de diésel?
Los gases de escape de diésel son un tipo de contaminación que surge de la combustión de combustible diésel en maquinarias pesadas, camiones, autobuses, trenes, barcos y algunos automóviles. Los generadores diésel y los equipos de construcción que utilizan diésel también pueden ser fuentes importantes de gases de escape de diésel en una comunidad. Los gases de escape son una mezcla de diferentes tipos de gases y partículas. Contienen partículas muy pequeñas de hollín así como también de sustancias químicas nocivas como benceno, arsénico y óxidos de nitrógeno. Los óxidos de nitrógeno de los gases de escape de diésel se unen con el calor y la luz del sol en el aire para formar el ozono a nivel del suelo o el smog, otro contaminante del aire nocivo.
¿Cómo nos exponemos a los gases de escape de diésel?
Las personas se exponen a los gases de escape de diésel cuando viven, trabajan, van a la escuela o juegan cerca de las principales autopistas. Las personas también están expuestas cuando conducen o toman autobuses en carreteras y calles muy transitadas. Las familias que viven cerca de las carreteras, los puertos, las líneas de trenes o paradas de camiones pueden ser especialmente vulnerables a altos niveles de gases de escape de diésel. Lo mismo sucede con las personas que trabajan como camioneros, conductores de autobús, trabajadores de la construcción o que tienen otros empleos en los que usan los motores diésel.
¿Qué sucede cuando respiramos los gases de escape de diésel?
Las diminutas partículas de contaminación en los gases de escape de diésel, que suelen incluir sustancias químicas y metales tóxicos, pueden penetrar en los pulmones y causar irritación. Son demasiado pequeñas como para ser expulsadas al toser. Son tan pequeñas -una fracción del ancho de un cabello humano- que pueden penetrar en los pulmones e ingresar en el torrente sanguíneo. Pueden irritar los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones. Inhalar los gases de escape de diésel puede producir tos, dolores de cabeza, mareos y náuseas.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo de respirar los gases de escape de diésel?
Además de causar problemas a corto plazo como tos, dolor de cabeza y náuseas, respirar los gases de escape de diésel puede dañar a los pulmones y al corazón, y se ha vinculado con problemas de salud muy graves. Los niños, las personas mayores y quienes tienen problemas de salud son especialmente vulnerables a los impactos de la contaminación por diésel.
Cáncer. La Organización Mundial de la Salud ha clasificado a los gases de escape de diésel como un conocido agente cancerígeno humano, basada en pruebas científicas que vincula a la exposición a los gases de escape de diésel con el cáncer de pulmón.
Asma. La exposición a los gases de escape de diésel, en especial a las diminutas partículas de hollín, puede desencadenar ataques de asma. También puede causar que la enfermedad se desarrolle en personas que antes eran sanas.
Alergias. La exposición a los gases de escape de diésel puede empeorar las reacciones alérgicas en personas alérgicas al polvo, al polen o a otras sustancias.
Infecciones pulmonares. La exposición a los gases de escape de diésel puede aumentar el riesgo de incubar bronquitis bacteriana y viral, así como también neumonía.
Problemas cardíacos. La exposición a los gases de escape de diésel puede aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca, enfermedad cardíaca isquémica, ataques cardíacos y muerte prematura.
Visitas a las salas de emergencias e ingresos hospitalarios. Por lo general, la exposición a los gases de escape de diésel hace que la gente se enferme más. Aumenta las visitas a las salas de emergencias y los ingresos hospitalarios por ataques de asma, ataques cardíacos, enfermedades respiratorias y apoplejía.
¿Cómo podemos reducir los gases de escape de diésel?
Existen muchas maneras por las cuales las comunidades y las industrias pueden reducir la nociva contaminación por diésel.
Reemplazar lo antiguo por lo nuevo. Los motores más nuevos están diseñados para ser más eficientes y generar menos contaminación. Las empresas deben implementar el reemplazo de motores de sus flotas por motores diésel a fin de proteger a sus trabajadores y a las comunidades vecinas.
Pero se debe tener cuidado con los vehículos “diésel limpio”. En 2015 se descubrió que la compañía automotriz Volkswagen deliberadamente cometió fraude en las pruebas de emisiones de 500,000 automóviles estadounidenses. El “diésel limpio”, al menos para Volkswagen, fue un programa fraudulento y con alto nivel de contaminación para los consumidores.
Usar combustibles más limpios. Cuando los motores utilizan combustibles de quemado más limpio, disminuye la cantidad de contaminación por diésel. Reducir el contenido de azufre en el combustible diésel puede disminuir drásticamente la nociva contaminación del aire.
Apagar motores. Los vehículos de reparto, los autobuses escolares y otros motores diésel deben apagarse cuando están estacionados. Muchos lugares tienen leyes sobre usar motores de manera innecesaria (ralentí).
Volcarse a la energía eléctrica. Los vehículos sin emisiones contaminantes, pese a que no están masificados, algún día podrán tener un rol esencial al eliminar los gases de escape de diésel. Instamos a la EPA a que limpie nuestro aire, proteja a nuestras familias frente al cambio climático global y promueva la justicia ambiental al fomentar tecnologías sin emisiones contaminantes en todos los puertos, las estaciones de ferrocarril, los centros de distribución y los congestionados corredores de camiones en todo el país.
¿Qué pueden hacer las mamás?
He aquí cómo podemos eliminar la contaminación por diésel.
Educación. Ayude a su comunidad a entender los impactos que los gases de escape de diésel provocan en la salud. Hable con sus amigos y vecinos acerca de las fuentes y los impactos del diésel en el lugar donde vive.
Reemplace motores diésel antiguos en su comunidad. Las motores diésel nuevos son más eficientes y causan menos contaminación que los antiguos. Contacte a su agencia de calidad del aire para averiguar si existen programas de reemplazo de motores diésel en su área.
Denuncie los vehículos en ralentí. ¿Existen normas locales respecto de los motores en ralentí? Si hay normas antiralentí en su comunidad, asegúrese de que estén implementadas. Averigüe dónde y cómo denunciar vehículos en ralentí. Si no hay normas antiralentí en su comunidad, infórmese acerca de las normas en otros lugares y comparta esta información con sus funcionarios electos.
Exija la electrificación de flotas de camiones y otras fuentes de contaminación por diésel. Contacte a sus funcionarios locales para asegurarse de que su ciudad planifica la eventual electrificación de las flotas de camiones. Esta solución a largo plazo conservará puestos de trabajo, limpiará el aire y promoverá la buena salud.
Proteja a sus hijos en la escuela y en la guardería. Las guarderías y las escuelas deben estar protegidas con sistemas de filtros de aire interior para reducir la exposición a material particulado. Los establecimientos nuevos deben estar ubicados lejos de las principales autopistas. Asegúrese de que en los lugares donde se crean nuevas guarderías y escuelas se cumplan las School Siting Guidelines (Pautas de emplazamiento de escuelas) de la EPA.
Alce la voz. Contacte a sus funcionarios electos a fin de que protejan a estos programas vigentes para reducir las emisiones de diésel y exija protección contra la contaminación por diésel cuando fuere necesario. Los legisladores trabajan para usted y tienen la obligación de escuchar sus inquietudes. Escríbales, llámelos y reúnase con ellos. Asegúrese de que entiendan que usted no quiere que su comunidad se enferme aún más debido a la contaminación por diésel.