Escrito por Jennifer Allen, Directora del programa de Alcance comunitario latino de la League of Conservation Voters:
El presidente Obama y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) recientemente dieron un paso audaz hacia delante para actuar sobre el cambio climático y proteger la salud pública mediante la propuesta de las primeras medidas a nivel nacional que limitan la contaminación de carbono proveniente de las centrales eléctricas que existen en nuestro país. Esta no es solo una victoria de la comunidad latina para la protección del planeta, sino que es literalmente un salvavidas.
Las centrales eléctricas son la mayor fuente de contaminación de carbono de nuestro país, responsables de cerca del 40 por ciento de la contaminación de carbono en nuestro aire. El cambio climático amenaza nuestra salud y producirá más ataques de asma e incluso ataques cardíacos. Aunque ya existen medidas para el aire limpio que nos protegen de las toxinas como el arsénico, el mercurio y el plomo, actualmente no hay medidas que limiten la contaminación de carbono que las centrales eléctricas pueden arrojar a nuestro aire.
Estas centrales eléctricas se encuentran a menudo localizadas cerca de comunidades hispanas, lo que coloca a nuestras familias en riesgo. Casi la mitad de los hispanos, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), ahora viven en condados que con frecuencia violan las normas de ozono a nivel del suelo en un momento en que los latinos ya acuden a los hospitales con una frecuencia 30 por ciento mayor que los blancos por causa del asma. Y los niños latinos tienen una probabilidad 40 por ciento mayor de morir a causa de ello.
Las medidas de EPA se traducen en un futuro más saludable para la comunidad latina. La adopción de medidas para limpiar las centrales eléctricas, aumentar la eficiencia energética y producir más energía limpia se traduce en beneficios significativos para la salud; el gobierno calcula que vamos a tener 150,000 menos ataques de asma y 3,300 menos ataques al corazón en todo el país.
Estas medidas no solo son buenas para la salud pública, sino también para nuestra economía. Se calcula que la implementación de estas medidas creará decenas de miles de empleos en la industria de la eficiencia energética por sí sola y proporcionará beneficios para la salud y el clima hasta por un total de $93 mil millones para el 2030. No es de extrañar que estas medidas que son tan lógicas ya hayan sido adoptadas por muchos estadounidenses.
El presidente Obama lo dijo de una mejor manera en su discurso semanal cuando habló de la posibilidad de fracasar en la reducción de la contaminación que produce el cambio climático:
“No es inteligente, no es seguro y no tiene sentido”.
No podríamos estar más de acuerdo. La propuesta de EPA da a los estados la flexibilidad que necesitan para elaborar un plan que funcione mejor para ellos. Cada estado tendrá un objetivo de reducción específico y la flexibilidad para decidir cómo cumplir con las reducciones, incluyendo la expansión del uso de las energías renovables y la inversión en medidas de eficiencia energética. Estas acciones van a crear puestos de trabajo y a proteger a nuestras familias.
Y es aquí donde empieza nuestro trabajo. Esta propuesta es un primer paso en un proceso de varios años y la comunidad latina debe desempeñar un papel importante en la conformación de las soluciones que los estados pongan en marcha. Nuestras voces son importantes en las urnas, pero también necesitamos presentarnos en las audiencias públicas, e informar a EPA que apoyamos este plan fundamental para reducir la contaminación de carbono e inundar a la agencia con comentarios de apoyo. Tenemos que llamar, escribir correos electrónicos y enviar correspondencia.
El Presidente hizo su parte, ahora tenemos que hacer la nuestra. No para la agenda del presidente, sino para nuestro propio futuro.
Publicado originalmente en Huffington Post.